Freshly Baked Man Buns

Habiendo dejado crecer el cabello desde el 8º grado, asegurándolo en un nudo todos los días por necesidad, cepillándolo diariamente 100 veces con un cepillo de cerdas de jabalí para dispersar los aceites naturales. Solo para despertar, una mañana, y descubrir que su identidad de toda la vida ha sido considerada un "moño de hombre". Una frase poco delicada para su cuidado minucioso, especialmente cuando la mayoría de las personas que reciben el apodo ni siquiera han llegado a la altura de los hombros. Psshhhh. Ese es el sonido de tu bollo de hombre recién horneado. Desinflando.